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Además del
efecto terapéutico y beneficioso que cabe esperar del uso racional de los
medicamentos, cualquier fármaco es capaz de producir efectos tóxicos o
indeseables para el paciente. En esta entrada hablamos de algunos conceptos
relacionados con los efectos adversos.
Toxicidad y
efectos adversos
Hay que
diferenciar entre “efectos tóxicos” y las “reacciones adversas” de los
fármacos.
Efectos
tóxicos:
En general, un efecto tóxico es un efecto indeseable propio del fármaco, que puede manifestarse como una exageración del efecto terapéutico o como un efecto distinto del terapéutico.
La toxicidad de los fármacos es un aspecto valorado mediante modelos animales y métodos alternativos, antes de hacerse ensayos en humanos.
La toxicidad farmacológica o fármaco-toxicología es una rama de la farmacología que estudia las propiedades tóxicas de los fármacos.
Entre las muchas formas de toxicidad que pueden presentar los fármacos, hay dos que tienen interés específico: la carcinogénesis y la teratogénesis.
En general, un efecto tóxico es un efecto indeseable propio del fármaco, que puede manifestarse como una exageración del efecto terapéutico o como un efecto distinto del terapéutico.
La toxicidad de los fármacos es un aspecto valorado mediante modelos animales y métodos alternativos, antes de hacerse ensayos en humanos.
La toxicidad farmacológica o fármaco-toxicología es una rama de la farmacología que estudia las propiedades tóxicas de los fármacos.
Entre las muchas formas de toxicidad que pueden presentar los fármacos, hay dos que tienen interés específico: la carcinogénesis y la teratogénesis.
Relación
toxicidad-eficacia
A pesar de
que se sepa que un fármaco tiene efectos tóxicos, éste llega a comercializarse
porque su relación beneficio-riesgo es suficientemente favorable para su uso
clínico.
Unos fármacos son más tóxicos que otros, y la diferencia entre la dosis tóxica y la dosis terapéutica es la que determina el margen de seguridad de cada fármaco. Esta relación entre ambas dosis se denomina índice terapéutico (IT). Cuanto mayor sea el índice mayor será la seguridad de un fármaco.
Unos fármacos son más tóxicos que otros, y la diferencia entre la dosis tóxica y la dosis terapéutica es la que determina el margen de seguridad de cada fármaco. Esta relación entre ambas dosis se denomina índice terapéutico (IT). Cuanto mayor sea el índice mayor será la seguridad de un fármaco.
Reacciones
adversas
Una reacción
adversa es cualquier efecto no deseado que se presenta en el transcurso de la
administración terapéutica racional de un medicamento.
De acuerdo con la OMS una reacción adversa es: “una respuesta nociva y no intencionada, que tiene lugar a dosis terapéutica cuando éste se administra para profilaxis, diagnóstico o tratamiento de una enfermedad o para modificar una función fisiológica”.
De acuerdo con la OMS una reacción adversa es: “una respuesta nociva y no intencionada, que tiene lugar a dosis terapéutica cuando éste se administra para profilaxis, diagnóstico o tratamiento de una enfermedad o para modificar una función fisiológica”.
La gran
diferencia entre el efecto tóxico y las reacciones adversas es que estas
últimas aparecen durante el “uso racional” de los fármacos, mientras que los
efectos tóxicos aparecen ante una dosis exagerada.
Las
reacciones adversas se presentan de forma muy variable. Unas veces se trata de
manifestaciones exageradas de su propio efecto terapéutico. En otras ocasiones
se trata de efectos que no tienen nada que ver con el mecanismo de acción
terapéutica. Las reacciones de tipo alérgico también se incluyen entre las
reacciones adversas.
Las reacciones adversas no siempre presentan una relación cronológica con el momento de la administración del medicamento. Muchas de ellas aparecen al cabo de varios días o semanas de iniciado el tratamiento.
Los efectos adversos son más frecuentes en pacientes que toman simultáneamente varios fármacos, en personas de edad avanzada y en enfermos hospitalizados.
Las reacciones adversas no siempre presentan una relación cronológica con el momento de la administración del medicamento. Muchas de ellas aparecen al cabo de varios días o semanas de iniciado el tratamiento.
Los efectos adversos son más frecuentes en pacientes que toman simultáneamente varios fármacos, en personas de edad avanzada y en enfermos hospitalizados.
Los
profesionales en fisioterapia, por su estrecho contacto con el paciente, pueden
contribuir eficazmente a detectar un posible efecto adverso y encauzar
debidamente el caso para su resolución.
Clasificación
de las reacciones adversas
Tipo A: se producen como consecuencia
directa de las propiedad intrínsecas del fármaco.
Tipo B: no dependen de la actividad intrínseca del fármaco.
Otros tipos: que dependen de las características de la acción farmacológica y de factores individuales del sujeto, como la tolerancia y la dependencia.
Tipo B: no dependen de la actividad intrínseca del fármaco.
Otros tipos: que dependen de las características de la acción farmacológica y de factores individuales del sujeto, como la tolerancia y la dependencia.
Reacciones
adversas dependientes de las propiedades intrínsecas del fármaco
Reacciones
adversas por sobredosificación
Cuando un
fármaco se administra a una dosis superior a la terapéutica recomendada, pueden
aparecer los efectos tóxicos propios del fármaco.
Reacciones
adversas de tipo colateral
Son los
efectos que aparecen como consecuencia directa del mecanismo de acción del
fármaco y, en gran medida, son inseparables del efecto terapéutico que se
persigue. Un caso característico se presenta al administrar una benzodiacepina
para tratar una contractura muscular. El efecto terapéutico deseable serpa la
relajación de la musculatura, para aliviar el dolor y permitir unos movimientos
normales al paciente. No obstante, debido al mecanismo de acción propio de las
benzodiacepinas, además de la deseable relajación muscular, puede aparecer
somnolencia, dificultad de coordinación motora, sensación de fatiga e incluso
mioclonías a dosis elevadas. Todos estos efectos serán indeseables porque
causarán molestias al paciente, y no serán evitables puesto que el fármaco
administrado ejercerá sus efectos en todos los tejidos a su alcance.
Reacciones
adversas de tipo secundario
Son
consecuencia indirecta del efecto primario o directo del fármaco administrado,
pero no son provocadas directamente por el fármaco.
Reacciones
adversas que no dependen de las propiedades intrínsecas del fármaco
Existen dos
tipos de reacciones adversas que dependen de características propias del sujeto
que recibe el fármaco (paciente), y son las reacciones idiosincrásicas y las
reacciones alérgicas.
Reacciones
adversas por idiosincrasia
Ciertos individuos
poseen alguna característica genética distinta a la mayoría de la población. Si
esta particularidad genética distinta influye sobre algún fármaco que el sujeto
pueda tomar, pueden aparecer reacciones que no son habituales en la mayoría de
la población, incluso a dosis inferiores a las habituales.
Una característica de este tipo de reacciones es que aparecen en un número reducido de pacientes, ya que la anomalía genética responsable es poco frecuente.
Una característica de este tipo de reacciones es que aparecen en un número reducido de pacientes, ya que la anomalía genética responsable es poco frecuente.
Reacciones
de tipo alérgico
Muchos
fármacos pueden causar reacciones de tipo alérgico. Las reacciones adversas de
carácter alérgico requieren que el paciente adquiera previamente un estado de
hipersensibilidad al fármaco, es decir, que desarrolle anticuerpos. Esta reacción
puede aparecer muy pronto, tras un primer y único contacto con el fármaco, o
aparecer después de haber administrado el fármaco en diversas ocasiones.
Las reacciones alérgicas a los fármacos se presentan con un amplio espectro de gravedad. Abarcan desde una simple urticaria localizada, hasta el grave y potencialmente mortal shock anafiláctico.
Las reacciones alérgicas pueden producirse como consecuencia de alguno de los cuatro mecanismos siguientes, válidos para cualquier tipo de alergia:
Las reacciones alérgicas a los fármacos se presentan con un amplio espectro de gravedad. Abarcan desde una simple urticaria localizada, hasta el grave y potencialmente mortal shock anafiláctico.
Las reacciones alérgicas pueden producirse como consecuencia de alguno de los cuatro mecanismos siguientes, válidos para cualquier tipo de alergia:
Reacciones de tipo I: Tienen carácter anafiláctico y se presentan
de forma inmediata. En ellas se produce liberación de histamina y de otros
mediadores tisulares, entre su espectro de reacciones están: prurito,
urticaria, rinitis, espasmo bronquial, hasta el shock anafiláctico, que puede
ser mortal.
Reacciones de tipo II: Tienen carácter citotóxico, afectando básicamente a las células de la sangre.
Reacciones de tipo III: Su proceso de presentación es más lento. Se afecta la pared de los vasos, lesionando el endotelio. Si los vasos afectados se encuentran en algún tejido u órgano vital, pueden ser muy graves.
Reacciones de tipo IV: De presentación más lenta. Reacción que sensibiliza linfocitos que, posteriormente, infiltran los tejidos y desencadenan una reacción inflamatoria tisular.
Reacciones de tipo II: Tienen carácter citotóxico, afectando básicamente a las células de la sangre.
Reacciones de tipo III: Su proceso de presentación es más lento. Se afecta la pared de los vasos, lesionando el endotelio. Si los vasos afectados se encuentran en algún tejido u órgano vital, pueden ser muy graves.
Reacciones de tipo IV: De presentación más lenta. Reacción que sensibiliza linfocitos que, posteriormente, infiltran los tejidos y desencadenan una reacción inflamatoria tisular.
Tolerancia y dependencia
La
tolerancia y la dependencia son situaciones adversas, que se presentan con
determinados fármacos y que dependen no sólo de las propiedades farmacológicas del
fármaco sino también de las características del paciente.
Con el
término tolerancia se describe una
situación que aparece en el transcurso de un tratamiento, que se caracteriza
por la pérdida progresiva de la eficacia del fármaco. En esta situación hay que
ir aumentando continuamente la dosis de fármaco para obtener el mismo efecto
inicial. Las causas de este problema son de dos tipos: farmacocinéticas y
farmacodinámicas.
La dependencia
es una situación por la cual el individuo que ha estado en contacto más o
menos reiterado con el fármaco no puede prescindir de él. Esta situación es
propia de las sustancias de abuso.
La información dada aquí fue extraída de:
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